jueves, 9 de julio de 2009

¿Por qué Epístolas?

Estando en aquel remanso de paz. Bajo la sombra de una colina que se adosa al pintoresco pueblo de La Cabrera, Madrid, en España, leía los versos del gran poeta español Miguel Hernández. Mi vista se tropieza así con su poema: ¨La Carta¨, de la cual, escribo aquí algunos fragmentos de los versos que me motivaron a escribirle.
No obstante; decidí leer mucho más, busqué en la biblioteca su Antología Poética, quise adentrarme en ella.
Cada verso fue llevándome a su mundo, a sus sentimientos, a esas sensaciones del alma, que saltan por encima de papeles, dejando labrados los versos más aguerridos y sublimes, esos que brotan del mismísimo corazón.
¿Cómo no escribirle a la tierra?. !Pero no a la tierra donde estoy ahora!, !oh no !. A la tierra que nuestros ojos no alcanzan a ver, por ser humanos. Las almas tienen una tierra certera cuando abandonan este planeta. Es la casa de nuestro Creador, allí donde mora Miguel junto a los suyos. Allí, llegaran estas cartas, o epístolas, brotadas con mi ferviente admiración.
V.A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario