XXII
Amigo Miguel: inquieta;
voy sobre tus pasos hoy,
pasos de tierra y de luna,
de sombras, de sol y sol.
!Corazón de corazones!,
aliento en la creación.
Ahuyentando siempre al odio,
rendida ante la pasión.
¿Si se acarician las manos
con el singular ardor;
ese que lleva tu verbo,
hecho de: sal y sudor?,
¿de qué azahares son los vuelos
métrica, cebolla y son?
Se despiertan las hormigas
laboriosas al dulzor,
de las mieles en las bocas,
!bocas de sangre y dolor!
derretidas ante el fuego
de un odiado por amor.
voy sobre tus pasos hoy,
pasos de tierra y de luna,
de sombras, de sol y sol.
!Corazón de corazones!,
aliento en la creación.
Ahuyentando siempre al odio,
rendida ante la pasión.
¿Si se acarician las manos
con el singular ardor;
ese que lleva tu verbo,
hecho de: sal y sudor?,
¿de qué azahares son los vuelos
métrica, cebolla y son?
Se despiertan las hormigas
laboriosas al dulzor,
de las mieles en las bocas,
!bocas de sangre y dolor!
derretidas ante el fuego
de un odiado por amor.
))((
Poeta: !tu voz! !tu voz!
Esa que habla a los muertos,
con un firme acento en pos,
que truena en el firmamento.
Se te quema la garganta,
de tanto decir, sediento.
Cuando tras las rejas vas,
con el corazón diciendo
que la desdicha, te acecha,
amando siempre de adentro.
Besando hasta los zapatos,
vacíos, fríos, muriendo.
Tu voz que sube a los montes;
viajando hasta el mismo pueblo,
donde el hambre se ha crecido,
y tú, poeta, !tu voz!,
como mucha o tantas veces,
por colinas y por valles,
sigue adelante, !se crece!,
para el que no tiene armas,
pueblo de tu misma leche,
porque te quiebran los puños,
con la palabra que hiere,
y no miras a la muerte,
aunque venga, !no la miras!,
porque ante ti... empequeñece.
Esa voz que se levanta,
viene sembrando cipreses,
que viven, porque !tú vives!
y porque viven !no mueres!.
!Tu voz poeta, tu voz!
.....de inmensos amaneceres.
))((
Esa que habla a los muertos,
con un firme acento en pos,
que truena en el firmamento.
Se te quema la garganta,
de tanto decir, sediento.
Cuando tras las rejas vas,
con el corazón diciendo
que la desdicha, te acecha,
amando siempre de adentro.
Besando hasta los zapatos,
vacíos, fríos, muriendo.
Tu voz que sube a los montes;
viajando hasta el mismo pueblo,
donde el hambre se ha crecido,
y tú, poeta, !tu voz!,
como mucha o tantas veces,
por colinas y por valles,
sigue adelante, !se crece!,
para el que no tiene armas,
pueblo de tu misma leche,
porque te quiebran los puños,
con la palabra que hiere,
y no miras a la muerte,
aunque venga, !no la miras!,
porque ante ti... empequeñece.
Esa voz que se levanta,
viene sembrando cipreses,
que viven, porque !tú vives!
y porque viven !no mueres!.
!Tu voz poeta, tu voz!
.....de inmensos amaneceres.
))((
))((
Poeta: ¿Cómo es posible;
atravesar las paredes
con puñales de verdades
plasmadas en los papeles?.
Letras, líricas, cantares,
épicos amaneceres,
que van rompiendo hasta el aire,
sin saber ¿de dónde eres?
¿y por qué quieren que calles
la garganta de tu lira,
si en las batallas triunfales
eres el pueblo que inspira?
Amarse en los temporales.
La guerra nos aniquila.
Hay que alzarse sobre mares,
la voz es tan decisiva,
la canción de los metales,
va ensordeciendo la vida.
Poeta: ¿Cómo es posible;
atravesar las paredes
con puñales de verdades
plasmadas en los papeles?.
Letras, líricas, cantares,
épicos amaneceres,
que van rompiendo hasta el aire,
sin saber ¿de dónde eres?
¿y por qué quieren que calles
la garganta de tu lira,
si en las batallas triunfales
eres el pueblo que inspira?
Amarse en los temporales.
La guerra nos aniquila.
Hay que alzarse sobre mares,
la voz es tan decisiva,
la canción de los metales,
va ensordeciendo la vida.
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